Hace tres años cuando se reportó que usuarios de teléfonos celulares tipo BlackBerry tendían a trabajar más, no se tenía idea que esta afirmación sería, en realidad una predicción del futuro. Ahora, que en países como el Reino Unido, más del 50% de usuarios de telefonía celular cuentan con un equipo “Smart”, y un 80% de ellos admite tener su equipo prendido las 24 horas, se comprueba que esta tendencia se ha ido consolidando. La necesidad de estar siempre conectado. Revisar si se han recibido e-mails en los últimos cinco minutos es una actividad compulsiva, en la que parece más y más caemos. Un estudio realizado por Ofcom, la entidad reguladora de comunicaciones en este país, reportó que un 60% de los usuarios jóvenes y un 37% de adultos se confesaron adictos a sus Smartphones.
Más allá del trabajo
La conexión 24 horas al día tiene implicaciones en cuanto a la división de esferas social y laboral, haciéndose su división menos distinguida. Con usuarios tomando llamadas de carácter personal en el trabajo o respondiendo emails y mensajes de texto relacionados con trabajo durante ocasiones sociales. Un 58% de los encuestados admitió que aún estando en situaciones sociales como tragos con amigos o cenas, sienten la necesidad de usar sus celulares para adentrarse en la burbuja social que estos ofrecen, aún estando en compañía. Así pues, los espacios virtuales y reales también se han ido fusionando con la disponibilidad de internet móvil. De igual manera, esta esfera social, encarnada por celulares inteligentes, se lleva a espacios aún más privados como la cama con un 81% durmiendo con sus aparatos y un 47% admitiendo haberlos usado en el baño o lavabo.
Es importante, sin embargo encontrar balance. Especialmente para aquellos que adoptaron esta tecnología en una edad adulta aseguraron los analistas Kaan Yigit y David Ackerman: ‘Mientras que el estar siempre ‘conectado’ en un contexto social es más natural para los jóvenes, muchos de aquellos entre 25 y 54 años de edad con familias y trabajos corporativos tienen dificultades para afrontar las demandas de un espacio donde lo social y lo laboral se funden. Es necesario para lugares de trabajo convencionales crear una cultura laboral que ofrezca a sus empleados la posibilidad de balancear los dos’. Esto quizá se alcance por medio de aplicaciones para BlackBerry o cualquiera de los otros modelos de teléfonos inteligentes.
Recurso: consumers.ofcom.org.uk/2011/08/a-nation-addicted-to-smartphones