Los datos se han convertido en el bien más preciado en el mundo digital, es la moneda de cambio de casi todo, en gran medida esto es debido a que la información se está volviendo poderosa e importante para los negocios, pues con ella poco a poco saben qué ofrecer, cómo utilizan sus productos y se pueden anticipar a las necesidades.

Cartel con la frase de big data
El Big Data está en todos lados
Fuente: ev on Unsplash

Uno de los mercados que más está utilizando los datos, es el financiero, pues tan solo en este ramo, cada día se producen 2,5 quintillones de bytes de datos y el ritmo sigue creciendo todos los días. Esto seguirá pasando con la llegada del Internet de las Cosas, las iniciativas de ciudades inteligentes, los mercados basados en datos y la completa automatización de todos los sectores de la economía globalizada. 

Incluso, los institutos financieros podrían convertirse en empresas de datos, ya que disponen de tal cantidad de información recogidos de sus clientes. Es decir, si en un futuro la industria evoluciona a ofrecer análisis de datos en lugar de seguir el modelo actual de ingresos basados en intereses o comisiones. 

Por ejemplo, los fondos de inversión tienen como objetivo maximizar el rendimiento para sus clientes participando en los mercados nacionales e internacionales mediante el uso de habilidades cuantitativas y la contratación de muchos científicos matemáticos. 

Cada vez aprovechan más los datos externos y los nuevos datos alternativos para tomar mejores decisiones de inversión. Por ejemplo, la geolocalización se utiliza para estimar el número de personas que entran en los centros comerciales para predecir el crecimiento de las ventas antes de los informes trimestrales públicos.

Pero esto es en caso de grandes cantidades se siente lejano para la mayoría, pero el simple hecho de tener una tarjeta bancaria ya le está dando información a los bancos.

La información que da una tarjeta 

Las empresas de tarjetas, ya sean bancos tradicionales o fintechs, tienen varios objetivos. Uno de ellos es atraer más clientes, pero también asegurarse de que pueden equilibrar sus propios riesgos prestando crédito a los tipos y con los plazos adecuados, y mantener a los clientes valiosos durante el mayor tiempo posible.

Diferentes tarjetas en una mano
Tarjetas de crédito dan más información de lo que crees
Avery Evans on Unsplash

Para ello, necesitan información básica, que pueden obtener con sus productos, como la confiabilidad, pues para que aprueben una tarjeta de crédito, la empresa necesita saber si el solicitante es digno de confianza. Si tiene un largo historial de pagos y siempre los realiza a tiempo, es más probable que concedan acceso a una nueva tarjeta, y de paso ofrecer una mejor tasa anual o un mayor límite de crédito.

Sin embargo, la “fiabilidad” puede adoptar muchas formas, por lo que la institución financiera necesita saber cómo se ha comportado históricamente en una serie de categorías como el valor, por lo que clasifica a sus clientes más valiosos y los que son menos. 

Los clientes valiosos son aquellos que son de confianza y están dispuestos a utilizar su tarjeta con regularidad, y las compañías harán lo que sea necesario para mantenerlos contentos. Para ello necesita conocer más a sus clientes y es por ellos que recopila información como la siguiente:

Tu calificación crediticia

Una de las primeras cosas que una compañía de tarjetas de crédito comprobará en un nuevo solicitante es su puntuación de crédito. Esta puntuación, es la suma total de sus acciones y hábitos en cada una de varias categorías, incluyendo la constancia con la que ha realizado los pagos (de cualquier cosa, no sólo de las tarjetas de crédito), la cantidad de deuda que está utilizando y el tiempo que lleva abierta su cuenta más antigua.

Historial de pagos y fiabilidad

Este dato es importante porque al saber cómo pagas tus facturas y por cómo has actuado en el pasado. Así conocerán que tan ideal es que seas su cliente, pues si históricamente siempre has hecho el pago mínimo, pero mantienes un saldo moderado en tus tarjetas de crédito, están interesados en ti, pues  estás pagando tu deuda de forma consistente, pero siempre estás acumulando más intereses, aumentando la rentabilidad de la compañía.

Esto hace que se sientan incentivados a mantenerte, y puede darte más poder de negociación si quieres conseguir un mejor tipo de interés. Si dejas de pagar demasiadas veces, no esperes mucha compasión ni ventajas adicionales.

Relación de ingresos y deudas

Es probable que la institución financiera que le estás solicitando un crédito, también conozca tus ingresos, quizá por una tarjeta de débito o depósitos constantes a tu cuenta. Así con esta información, más las deudas que tienes, pueden calcular todo tipo de estadísticas, incluyendo la cantidad de deuda que está utilizando y otros factores a tener en cuenta para prestarle o no dinero.

Hábitos diarios, semanales y mensuales

Es probable que la institución financiera que te dio una tarjeta, también preste atención a tus hábitos diarios, semanales y mensuales. Por ejemplo, es probable que conozca cuándo vas al supermercado y si vas regularmente al gimnasio.

Aunque no lo creas, estos datos son importantes porque les da la oportunidad de comercializar productos específicos para ti, como cupones para la tienda de artículos deportivos que más frecuentas o nuevas recompensas de tarjetas de crédito que le permiten comprar en tus lugares favoritos. Pero también les permite saber que algo no va bien si sucede una transacción fuera de esos patrones.

Tu responsabilidad personal

Algunas compañías también pueden tomar nota de las compras que haces relacionadas con tu hogar, y de llevar un estilo de vida responsable. Por ejemplo, si vas con frecuencia a la tienda de mejoras para el hogar e invierte en cosas como extintores, demuestras que eres un propietario responsable y un consumidor ilustrado. Estas compras pueden aumentar tu percepción de confianza y su fiabilidad como consumidor.

Tu ubicación

La mayoría de las tarjetas de crédito no tienen una función integrada que les permita rastrear tu ubicación, pero si utilizas la aplicación de tu banca en línea, puedes estar dándoles más datos de los que crees. El mero hecho de tener la aplicación instalada puede ser suficiente para que la compañía de la tarjeta de crédito rastree tus hábitos de viaje y desplazamiento.

Cómo te comunicas

Los chatbots no se han apoderado por completo del servicio de atención al cliente (al menos, todavía no), pero las fintech aún pueden recopilar información sobre cómo ha hablado con los representantes del servicio de atención al cliente en el pasado.

Cuando hablan con otra persona, suelen tener la capacidad de tomar notas sobre cómo estás hablando. En consecuencia, vale la pena ser lo más amable y educado posible; no sólo es más respetuoso con la persona que está al otro lado, sino que probablemente te hará parecer un mejor cliente, y te conseguirá un mejor servicio cuando necesites pedir algo.

El futuro de la información bancaria

Todos estos ejemplos anteriores son indicativos de que los datos están siendo utilizados por las empresas de servicios financieros, pero no para optimizar las soluciones presentadas a los clientes, sino más bien como un subproducto de todo el proceso. Sin embargo, con la evolución de los Big Data, se van a utilizar más como un activo principal que como una colección de números y patrones guardados en archivos.

Gráficas de barras que señalan datos
Los datos son el futuro de la industria financiera
Fuente: Luke Chesser on Unsplash

A medida que esta transformación de los datos se acelera, las empresas están desempeñando un papel clave a la hora de proporcionar las herramientas necesarias para recopilar, analizar y procesar los datos que poseen las instituciones financieras. Los casos de uso actuales incluyen la elaboración de perfiles de riesgo crediticio, la conversión de informes trimestrales en consejos de inversión y la revisión completa del riesgo de auditoría.

Con el tiempo están evolucionando herramientas analíticas más complejas basadas en IA, Machine Learning y Deep Learning, que proporcionarán soluciones más inteligentes, eficientes y personalizadas basadas en todos los factores anteriores.

Y si bien todos estos análisis siempre han sido realizados por los bancos y las instituciones financieras, la disponibilidad de big data y de herramientas analíticas avanzadas ha hecho posible realizar estos cálculos en segundos en lugar de horas, sin ningún tipo de compensación en la precisión.

Esto, a su vez, puede restaurar los niveles de confianza y rentabilidad de los bancos, mientras que para los consumidores crea una nueva forma de finanzas digitales que proporciona soluciones personalizadas que se ajustan a sus necesidades y estilo de vida.

Aunque al principio te puede asustar un poco de todo lo que saben las empresas financieras, en realidad hay muchos beneficios prácticos para el consumidor, por ejemplo, el acceso a mejores productos financieros, ventajas que se adaptan mejor a tu estilo de vida y tipos de interés que reflejan sus hábitos anteriores. 

En cualquier caso, vale la pena ser consciente de toda la información que estás otorgando (y por qué la están recopilando). Cuanto más conozcas el mundo moderno de los datos de los consumidores, mejor podrás protegerse y más podrás inclinar las probabilidades de éxito financiero a tu favor.

Fuentes y referencias:

Por Colaboradores Pixelco

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