Seguramente ya has escuchado hablar de las Fake News y probablemente en este punto sólo lo relaciones con la política. Sin embargo, este tipo de contenidos engañosos pueden abarcar todo tipo de temas como el medio ambiente, la salud o la economía.
Por ello, muchos expertos han preferido llamar a este fenómeno como información falsa o contenidos engañosos. Pero para que todo quede muy claro, explicaremos este tema a profundidad para que comprendas la gravedad de este problema y por último tengas los elementos básicos para usar internet de forma responsable.
¿Qué es la información falsa?
Se trata de noticias, videos, imágenes o audios, creados deliberadamente para crear confusión y engañar a los lectores o receptores de estos mensajes.
Usualmente este tipo de historias tienen el objetivo de influenciar el punto de vista, promover una agenda política o simplemente quieren llamar la atención de los usuarios para
conseguir más visitas a un dominio web y aparentar ser más rentables ante los ojos de empresas que ponen sus anuncios en el sitio.
La verdad es que este tema no es algo nuevo o algo que pertenezca únicamente a la era digital. Por ejemplo, en Estados Unidos, entre 1979 y 2007 se distribuían pequeños boletines llamados los “Weekly World News” y eran famosos por publicar noticias falsas como “Pie Grande se niega a ir a rehabilitación” o “Hillary Clinton da a luz a un bebé alienígena”, que como puedes ver, estos tabloides eran escritos con tintes sarcásticos.
Posiblemente, ahora recuerdes otros sitios que publican noticias de sátira. Claro, quizá pienses que esto es algo ligeramente diferente a las fake news, pero es un preámbulo que nos ayuda a entender este fenómeno. Es decir, este tipo de contenido nació como una estrategia editorial para atraer lectores, pero en esos momentos este tipo de estrategias no eran muy rentables.
Por qué las fake news atentan son un gran problema
Con la era digital los tiempos cambiaron y con ellos la industria editorial. Ahora bien, tradicionalmente obtenemos las noticias de medios con altos estándares para checar los hechos. Sin embargo, la entrada de Internet habilitó una nueva forma de publicar, compartir y consumir contenido. Ahora las personas obtienen su información en redes sociales, canales donde no siempre es fácil saber de dónde proviene la fuente porque el contenido no cita las fuentes de información o peor aún no ocupan ninguna fuente.
Por otro lado, mucho contenido se promueve con fines publicitarios en blogs, sitios de noticias o redes sociales y todo esto se hace a través de algoritmos que leen las cookies del historial de navegación para mostrarte artículos que posiblemente estés interesado en leer.
Seguramente te estarás preguntando qué tiene que ver la publicidad con la información falsa. La respuesta es que este tipo de estrategias han roto nuestro ecosistema de la información. Piénsalo, en gran parte esto se debe a que las conversaciones que tenemos sobre nuestra sociedad y otros temas de interés están construidas en plataformas pensadas para viralizar contenido que pueda monetizarse con fines publicitarios.
En otras palabras la velocidad en la que el contenido se comparte, el poder de los algoritmos de recomendación y la escala de las redes sociales ha creado una nueva realidad digital donde prosperan verdades a medias y cínicas fabricaciones de la información.
Algunas organizaciones han catalogado a la información como un derecho humano ya que como individuos y como comunidad necesitamos acceso a ella para tomar decisiones que nos beneficien.
Por ejemplo, en un nivel individual, no aceptarías transferir dinero antes de recibir un servicio que no te indica específicamente qué incluye. Otro ejemplo, es que ahora como comunidad necesitamos que todos los medios repliquen la información oficial para prevenir.
¿Qué debemos hacer?
Por todas estas razones es necesario que puedas identificar el contenido engañoso del legítimo. Puedes empezar por saber en qué formatos se presenta la información falsa.
Click bait
Este tipo de contenido se hace deliberadamente para atraer nuevos lectores a un sitio porque éste sólo existe para ganar dinero por publicidad digital. Típicamente este formato ocupa títulos sensacionalistas que genere la necesidad ingresar al sitio a terminal de leer el artículo.
Propaganda
Son historias que seguramente viste en las últimas elecciones y promueven un punto de vista sesgado a favor o en contra de una persona con un cargo público. Recuerda, el buen periodismo presenta datos sin añadir juicios de por medio.
Periodismo de baja calidad
Como te comentábamos en el punto anterior, el periodismo debe presentar datos y aclarar de dónde salieron. Sin embargo, en algunas ocasiones los medios pueden fallar en este sentido presentando información incompleta o sin verificar. Desafortunadamente esto le puede pasar a cualquier periodista o a cualquier medio. Por eso, es muy importante asumir nuestra responsabilidad como audiencia y analizar la información que consumimos.
Artículos parciales
Muchas personas son atraídas por contenidos que supuestamente confirman sus creencia. El problema es que pueden estarse consumiendo contenido sin datos válidos o sin información verificada por instituciones. Recuerda este tipo de formatos no sólo tiene que ver con temas de política, sino también de medio ambiente o salud.
Qué se puede hacer en contra de la información falsa
Como usuarios tenemos que exigir que las plataformas de redes sociales ejecuten medidas que limiten la propagación de este tipo de contenido. Por el momento, Facebook ya ha implementado algunas medidas y hace poco Twitter anunció una nueva actualización de sus políticas en relación con las teorías de conspiración y ahora etiquetara las noticias falsas relacionadas al Covid-19.
Por otro lado tú también debes verificar y evaluar lo que lees o ves mientras usas Internet. Aquí te recomendamos algunas medidas para hacerlo.
- Lee bien de cerca: Comprueba la fuente de la historia, pregúntate si ¿reconoces la página web?, ¿es una fuente creíble y fiable? Si es la primera vez que ves el sitio, mira en la “sección acerca de nosotros” o busca información sobre el autor.
- Ve más allá del titular: Revisa el artículo completo, muchas noticias falsas usan titulares sensacionalistas o impactantes para llamar la atención. Sospecha de los excesivos usos del signo de exclamación.
- Busca otras fuentes: ¿La noticia ya fue retomado por otro medio? Ten cautela cuando la respuesta a esta pregunta sea no.
- Comprueba los hechos: Las historias con información falsa también suelen contener fechas incorrectas o líneas de tiempo alteradas. Así que es una buena idea comprobar cuándo se publicó el artículo, si es actual o es una noticia antigua.
- ¿Es una broma? Recuerda, hay sitios de noticias satíricas que son muy populares. Por eso siempre, hay que revisar todo lo que se ve.
Incluso si este tipo de esfuerzos funciona, no hay que perder de vista que tenemos que hablar de un problema de transparencia más grande en Internet: el modelo de publicidad que recompensa el abuso, el fraude y la desinformación. Sin embargo, la disminución de las noticias falsas es difícil de hasta que exista una regulación, así como cambios radicales en los modelos de negocio de Internet, o ambos.